El pasado 6 de Abril tuvo lugar otra brevet en Algete, punto clásico de encuentro de los ciclistas randonneurs. En esta ocasión se trataba de la segunda brevet de 300 km organizada por el GDC Pueblo Nuevo. La temporada ciclista de larga distancia sigue avanzando y, una vez celebradas las brevets masivas de 200 km, llega el turno de las pruebas de 300 km, en las que solo se dan cita los ciclistas randonneurs más avezados. Cuando el cielo amenaza con desplomarse sobre nuestras cabezas, como ocurrió el pasado 6 de Abril, solo unos pocos inconscientes se atreven a afrontar una prueba de tal calibre. Pero se acerca la París-Brest-París, y muchos de nosotros necesitamos homologar las pruebas de distancias menores para poder ir a la madre de todas las pruebas randonneurs, así que no podíamos andar con remilgos. Apenas veinte ciclistas iniciamos esta brevet en Algete, tomando rumbo hacia las tierras altas de Atienza. Como estaba previsto, nos encontramos de todo: sol, viento, nieve, granizo y lluvia. La primera parte de la ruta no fue mala, algo fría pero sin lluvia hasta las estribaciones de Atienza, en el km 120. A partir de ahí sufrimos una jornada dantesca, en la que nuestras previsiones de tiempos se vinieron abajo. Si en condiciones normales pensábamos llegar a meta de la brevet en Algete en torno a las 22 h, no pudimos hacerlo hasta las 00:30 h. del día siguiente, pero dadas las circunstancias, hicimos piña y rodamos en modo supervivencia durante toda la tarde. Una experiencia más para nuestro currículum de ciclistas de ultrafondo. Nuestra aventura puede verse en este vídeo:
Lo pasamos de cine
Y como bien dice el Quini Barradas hay que entrenar con las inclemencias