Las referencias más importantes del ciclismo randonneur o de larga distancia son las SuperBrevets, de las cuales la más famosa es la París-Brest-París. Pero poco a poco van creciendo otras pruebas que albergan ese mismo espíritu aventurero y no competitivo, como la Madrid-Gijón-Madrid o la Londres-Edimburgo-Londres.
Hace dos años tuve la inmensa suerte de poder participar en la Londres-Edimburgo-Londres, y desde entonces se ha convertido para mí en toda una referencia. Al abrir este blog no podía dejar de referirme a ella en la sección de ciclismo de larga distancia, y quiero dedicar esta entrada a recordar lo que fue aquella maravillosa prueba mediante mi videocrónica, algunas notas a modo de breve crónica y los resultados numéricos, por si pueden ayudar a alguien que quiera planificarla en el futuro.
En nuestro caso, aparte de los 1400 kilómetros de recorrido de la prueba, nos inscribimos también en la etapa prólogo de 35 kilómetros que recorría el centro de Londres en bicicleta hasta la salida oficial en Loughton. La etapa prólogo partía de Buckingham Palace el 28 de Julio de 2013 a las 6:00 h. Para poder estar allí a esa hora, y teniendo en cuenta que salíamos de la casa de nuestro amigo Javier Arias en Kingston Upon Thames, a algo más de 20 kilómetros de Londres, tuvimos que comenzar a pedalear muy temprano, a las 4:30 h. de la madrugada. Esto supuso también un recorrido extra de 56 kilómetros a la vuelta, una vez completada la prueba, desde Loughton hasta Kingston, por lo que nuestra Londres-Edimburgo-Londres se convirtió en Kingston-Edimburgo-Kingston. Y en lugar de 1415 kilómetros en menos de 115 horas (recorrido oficial), nosotros hicimos la nada despreciable cifra de 1527 kilómetros en total.
Estos fueron los números aproximados de nuestro «recorrido oficial» descontando las «propinas»:
Y esta es mi crónica…
CRÓNICA DE LA LONDRES-EDIMBURGO-LONDRES 2013
Pocas palabras pueden expresar la sensación de vacío (y al mismo tiempo plenitud) que deja una prueba de gran fondo. En este caso, mi primera prueba de larga distancia «de verdad», y no pude hacer mejor elección. Sin duda, la prueba más compleja y mejor organizada que he visto en mi vida, con una implicación sin límites de hordas de voluntarios, uniformados con sus camisetas rojas, siempre dispuestos a ayudar sin límites.
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