Circular en bici por Madrid es posible, recomendable e incluso puede considerarse un placer. Los desplazamientos más habituales de los madrileños están entre tres y seis kilómetros, una distancia que puede ser recorrida en bicicleta, normalmente entre 10 y 20 minutos. Sin esperas, sin depender de la frecuencia del transporte público y disfrutando (sí, disfrutando!) de un modo de transporte que nos da una sensación de libertad inigualable.
Ni siquiera la lluvia es un impedimento. Basta con llevar un chubasquero (y que la bici esté equipada mínimamente con un guardabarros) para llegar al destino en condiciones decentes. El casco no es obligatorio, aunque por la noche es necesario llevar luces y algún reflectante, lo cual tampoco es ningún problema. Este vídeo es el resultado de un desplazamiento cualquiera, una noche de lluvia en la capital:
El típico argumento utilizado por algunos, que consideran que Madrid tiene demasiadas cuestas es fácil de contrarrestar, puesto que las bicicletas tienen diferentes juegos de platos y piñones, como para adaptarse al terreno, seleccionando el desarrollo más adecuado en función de la pendiente. En este sentido, quizá ayudaría la existencia de una red de carriles bici como en otras ciudades donde el ciclismo urbano está aumentando mucho en los últimos tiempos, pero no es imprescindible para poder usar las calzadas. De hecho, las ordenanzas municipales de Madrid son favorables a las bicicletas, puesto que tenemos la posibilidad de adelantarnos en algunos semáforos para tener mejor posición (y visibilidad) al salir, se estableció legalmente que las bicicletas deben ocupar el centro del carril (lo cual nos da mayor seguridad -una vez más, gracias a ser más visibles-) y existen algunos ciclocarriles con velocidad limitada a 30 km/h. Esta señalización nos permite reducir el acoso al que algunos conductores impacientes nos someten, aunque no siempre es respetada.
En definitiva, ir en bici por Madrid es posible. Lo primero necesario para ir en bici por Madrid es, sobre todo, querer hacerlo. ¿Por qué no lo pruebas?
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