Los viernes, atasco en Madrid. Los madrileños son persistentes en sus costumbres y muy tercos para cambiar de convicciones. Cada viernes se repiten las mismas escenas. La M-30 y todas las calles de acceso aparecen completamente colapsadas a partir de las 14:00 h, coincidiendo con la salida del trabajo de la mayoría de ciudadanos. La ciudad ha ido creciendo y adaptándose a la medida del coche, con anchas avenidas de muchos carriles, pensadas para que los coches puedan ir a sus anchas, mientras se olvidan las necesidades de los peatones y, lo que es más grave, no se tiene en cuenta (suficientemente) que es necesario diseñar las calles para favorecer ciertos modos de transporte. Las ciudades que más trabajan por la movilidad tienen carriles bici para ayudar a que los ciudadanos se animen a usar la bicicleta. Si no es posible dedicar un espacio para los ciclistas urbanos, al menos sería deseable que hubiera carriles bus, reservados al transporte público y emergencias, de manera que este no se viera penalizado por la existencia de un gran atasco. En caso contrario, en la medida en que los ciudadanos no perciben ninguna ventaja por el uso del autobús o un medio alternativo, seguirán usando su coche privado, contaminando y atascando la ciudad.
Aparte del atasco en Madrid, la contaminación se está convirtiendo en otro gran problema, ya que la ciudad ha sido sancionada por superar los umbrales permitidos de NO2, un gas tóxico muy nocivo, cuyos efectos aún están por llegar y esto seguramente nos deparará desagradables sorpresas en el futuro.
El vídeo que enlazamos a continuación representa el tramo urbano de mi trayecto cotidiano de vuelta del trabajo. Es decir, desde la entrada a la ciudad por el carril bici de la carretera M-607 en el barrio de Fuencarral, hasta la calle de Arturo Soria, pasando por el nudo Norte, la estación de Chamartín y la zona de Pío XII. Se trata de un trayecto de unos 9 kilómetros, completamente urbano, no muy alentador para aquellos que están pensando en hacer de la bicicleta su medio de transporte habitual. En todos los puntos en que confluyen varios ejes se observa un gran atasco en Madrid. No obstante, creo que hay que perseverar y seguir usando la bicicleta. Ser responsables con el consumo y con la contaminación es la única manera que tenemos los humanos de mejorar el entorno que nos rodea, y por tanto, mejorar nuestra vida futura.
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